Patrimonios: en nuestro ADN nacional

by Live Comunciaciones

Estamos próximos a un nuevo Día de los Patrimonios, esta tradicional celebración que invita a toda la comunidad a compartir actividades en torno a nuestras costumbres y legados culturales para transmitirlos así las futuras generaciones. Así, museos, teatros y edificios históricos, entre otros, abren sus puertas y reciben a miles de visitantes.

Pero en este escenario, existe otro patrimonio, uno que muchas veces pasa desapercibido y que es sumamente relevante si hablamos de memoria colectiva: el patrimonio genético de Chile. Nuestro país cuenta con una alta cantidad de especies endémicas, propias de nuestro territorio, y que representan una riqueza genética única. Es fundamental identificarlas, describirlas y estudiarlas, no sólo para trazar el mapa genético de nuestra biodiversidad, sino que, para sentar las bases de un desarrollo sustentable, con un impacto positivo desde la agricultura rural a innovaciones biotecnológicas. Desde nuestra mirada científica nos hemos interesado en estudiar y caracterizar plantas y hongos endémicos de Chile, enfocados en estudios moleculares, pero sin perder de vista el potencial que pueden tener en nuestro desarrollo, desde las comunidades y hacia el resto del mundo.

Así, nuestro patrimonio genético no sólo se limita a flora y fauna, sino que incluye también a los hongos, por lo que organizaciones como Fundación Fungi (www.ffungi.org) han propuesto hablar de “Flora, Fauna, y Funga”, para resaltar la relevancia de estos organismos. Los hongos no sólo juegan un rol ecosistémico fundamental, sino que tienen un impacto en nuestra día a día. En nuestro caso particular, su estudio nos ha permitido, por ejemplo, generar nuevas cervezas con identidad a partir de una levadura aislada desde la corteza de árboles nativos, abriendo un tremendo polo de crecimiento para la industria cervecera nacional. El entusiasmo de nuestros investigadores y estudiantes no sólo se ha quedado ahí, sino que también nos ha llevado a caracterizar hongos de Tierra del Fuego y explorar su aplicabilidad en biofabricación (vale decir la generación de biomateriales con hongos), o a caracterizar hongos del Desierto de Atacama y entender cómo pueden ayudar a especies vegetales a soportar la escasez hídrica y suelos hipersalinos.

Estos son sólo ejemplos de por qué estos actores invisibles de nuestro patrimonio identitario deben ser también foco de atención. Sólo conociéndolos en profundidad podremos trabajar por preservarlos y, a la vez, generar conocimiento que, de paso a soluciones para la mantención de nuestros ecosistemas, sobretodo en un desafiante contexto de cambio climático.

En este Día de los Patrimonios, disfrutemos de los distintos eventos organizados, pero volquemos también la mirada hacia los habitantes silentes de nuestro tan diverso paisaje. El patrimonio genético de plantas y hongos es valioso no sólo por el conocimiento que conlleva, sino que también para habilitar un desarrollo económico sustentable y respetuoso con el ambiente. Nuestra invitación es a no olvidar, y celebrar, que Flora, Fauna y Funga forman parte de la identidad y herencia nacional.

Luis Larrondo

Director del Instituto Milenio de Biología Integrativa (iBio) y Académico P. Universidad Catolica

 

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